Córdoba, jaca negra, luna grande...

“Jaca negra, luna grande y aceitunas en mi alforja, aunque sepa los caminos, yo nunca llegaré a Córdoba” escribió Federico García Lorca en su Canción del Jinete hacia 1922. Desde entonces, “la ciudad lejana y sola", de la que hablaba en su poema se ha convertido en un lugar de peregrinaje y continúa siendo una de los escenarios más bellos del mundo.
Córdoba fue capital de la Bética Romana y posteriormente, bajo la dinastía de los Omeyas, el epicentro del mundo islámico. 
La historia permanece escrita en la Mezquita y la Catedral –se recomienda una visita nocturna–, en el Alcázar de los Reyes Católicos, y en otras edificaciones como el templo y el puente romano y las murallas de la ciudad. 

Dentro de la Córdoba antigua es una delicia pasear por el laberinto de calles por donde durante años convivieron pacíficamente, diferentes religiones y creencias. Podemos detenernos a comer en Casa Pepe de la Judería, o en algunos de los numerosos restaurantes, casa Rubio, la Taberna nº 10,  donde seguro van a ofrecernos una ración de salmorejo y otras tapas y especialidades como los boquerones en vinagre, la presa ibérica o el rabo de toro. 

Córdoba se camina y se disfruta. Se siente en sus guisos y en sus vinos y se tiene la sensación de encontrarse en un lugar único en el mundo. El interior de la mezquita transmite una energía especial, solo comparable a al que el viajero experimenta en lugares tocados por una varita mágica. La arquitectura de la mezquita con las columnas de mármol, los capiteles y los arcos de herradura conforman un espacio del que es imposible no enamorarse y pasear durante horas. 

Por la tarde se puede visitar el Alcázar, caminar por la orilla del Guadalquivir, ver el templo Romano o adentrarnos en el Jardín Botánico. Para acabar nuestra jornada, muy cerca de las murallas encontramos el hotel Eurostars Palace donde degustar alguno de los platos típicos de la gastronomía cordobesa o simplemente deleitarse con alguna de las creaciones de The Corner by Javier de las Muelas. 

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